En el día a día, conviene darse cuenta de los pequeños detalles que van aconteciendo y que finalmente acaban siendo muy significativos. Es un hecho comprobado que cada vez son más los padres que se cuestionan cómo deben actuar ante situaciones sobrevenidas con sus hijos adolescentes. Piensan no estar haciéndolo correctamente, o más bien, creen que ya lo han hecho suficientemente mal y temen acabar haciéndolo peor. No quieren que aquello que les ha hecho tener que pedir ayuda siga creciendo hasta no poder controlar las consecuencias.
Aceptar que ellos forman parte de lo que está pasando y confiar en que sus propios cambios darán paso a nuevos cambios, será el principio de algo mejor.
Muchos comentan que se debería conseguir un título para ser padre viendo cómo se comportan bastantes adolescentes en la actualidad. La solución es más simple. Cuanto antes nos comportemos como padres conscientes aumentarán las posibilidades de asegurarnos una adolescencia casi tranquila. Nadie nos podrá librar de algunos quebraderos de cabeza, pero el resultado de nuestro compromiso habrá valido la pena.
Para empezar, cuidad vuestro estado emocional ya que los hijos tienen derecho a tener unos padres responsables que se quieren a si mismos y por ello se cuidan mental y físicamente. Así será fácil que al practicarlo vosotros, podáis proporcionar a vuestros hijos una sana nutrición, movimiento al aire libre y un sueño correcto.
No os convirtáis en unos padres abstraídos por el mundo digital. Los ordenadores, tabletas y móviles no son hijos vuestros a los que debéis prestar casi toda la atención. Poned límites a su uso en la familia. Nunca olvidéis que vuestros hijos hacen lo que ven. Si estáis al corriente de las recomendaciones de expertos, sabréis que hasta los 12 años no les deberéis comprar un móvil con internet y que antes de entregarles un dispositivo con acceso a lo impredecible, escribiréis y firmaréis un contrato claro y adecuado que les protegerá hasta que interioricen la importancia de la responsabilidad y la confianza.
Límites claros y una autoridad tranquila y controlada os hará ganar el título de líderes del equipo. A vuestros hijos les dará mucha seguridad saber que en casa las cosas son como son y que las consecuencias aceptadas en un principio y luego pactadas, son las mismas que se han ido encontrando en el colegio y en otros ámbitos de su vida. La coherencia les educará en el equilibrio y el sentido común.
Educadles. Enseñadles la importancia del buenos días, gracias y lo siento. No los sobreprotejáis ya que necesitamos que ganen confianza en sí mismos desde la propia frustración. Necesitan caerse para levantarse solos. Si se lo ponéis demasiado fácil les hacéis débiles. No los sobre-estimuléis con un exceso de actividades. Dedicadles tiempo diariamente y permitid que se aburran para crear.
Por último, viene lo más importante. No os los perdáis y compartid con ellos la vida.
*ARTÍCULO PUBLICADO EN Revista ENKI Nº 37
